En la zona cañera del sur de Tucumán, en los departamentos Graneros y La Cocha, la campaña cañera 2014 viene complicada, por el fuerte impacto que tienen las condiciones climáticas, donde la suma de altas temperaturas y lluvias irregulares pusieron en riesgo la supervivencia de la producción. LA GACETA Rural dialogó con el ingeniero agrónomo y productor Bernabé Alzabé, para conocer cuál es su perspectiva.
- ¿Cómo están sus campos?
- Nuestros campos están en Graneros y La Cocha, con un déficit hídrico importante, que sumado al que ya se produjo en 2013, conforman un perfil de suelo sin humedad, muy difícil de cubrir para el caso en que no se produzcan lluvias importantes en lo que resta de febrero y marzo. Esta situación se repite en casi todo el Este y el Norte de Tucumán.
- ¿Cómo está el crecimiento?
- Los cañaverales están desparejos por la falta de agua mencionada, incluso hasta dentro de un mismo campo por lo irregular de los milímetros llovidos entre localidades cercanas. Sin duda que es la sumatoria de dos años de sequía, fuertes calores y heladas.
Un tema a resaltar son las altas temperaturas, que generaron una evapotranspiración muy por arriba de las medias anuales históricas registradas en la Estación Experimental Obispo Colombres de Tucumán, que sin dudas potencializaron las bajas precipitaciones.
- ¿Se afectará la calidad?
- Más adelante podemos hablar de la calidad que pueden llegar a tener los cañaverales. Ahora importa el volumen cultural: kg de caña/hectárea. Hoy, aún con mejores lluvias y con temperaturas más bajas que los extremos registrados en enero, vamos a tener un volumen de producción similar al de 2013, es decir, entre 1,2 y 1,3 millón de toneladas de azúcar.
- ¿Habrá más o menos superficie implantada respecto de 2013?
- En esta campaña tenemos menos hectáreas a cosechar (en 2013, fueron 270.000 ha, y este año unas 250.000 ha, o menos) y también tenemos menos plantas, porque hubo una menor renovación de cañaverales. Esto de la “no renovación” no es bueno, porque hay cañaverales de más de 5 años de edad. Esto es un problema, porque ante el estrés hídrico las cañas más viejas sufren más.
- ¿Qué labores de campo están haciendo o ya hicieron?
- Por las condiciones climáticas mencionadas, en los cultivos no se hizo el abono en el mejor momento. Se estima, muy groseramente, que un 40% o más de los campos están sin abonar. El control de maleza no fue tan bueno por idénticas causas (baja humedad para lograr una óptima aplicación).
- ¿Hay productores que dejaron la caña y se pasaron a la soja.
- Sí, efectivamente. Este es otro factor que impactó para que haya una menor superficie implantada con caña. Estos cambios se dieron, mayormente, en las zonas marginales de Tucumán. Incluso, hay agricultores que tuvieron soja, luego caña y, al final, soja.
- ¿Plagas y/o enfermedades?
- No tengo información de que se hayan registrado casos severos de plagas, como la “oruga defoliadora” o la “roya de la caña”.